Tres puntos muy valiosos

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Prometía ser una visita complicada. Y así fue. El Liverpool sufrió, y mucho, para conseguir los tres puntos en su visita a Southampton. Tras una primera parte muy floja, salvada por un golazo de Mané, llegó la segunda parte inicialmente tranquila con un gol de Firmino, pero que se complicó tras un grave error de Adrián. 

El equipo:

Pese a las dudas del día anterior, finalmente Adrián consiguió llegar al partido. Tras el esfuerzo de la Supercopa se esperaban bastantes novedades en el once titular, pero Klopp presentó un equipo muy parecido al "once de gala". De esta forma, las únicas ausencias de renombre fueron las de Henderson y Fabinho, con Chamberlain entrando como interior, Wijnaldum como pivote y Milner repitiendo titularidad tras el partido contra el Chelsea.

Cambios: "74" Fabinho por Milner, "79" Origi por Salah y "89" Henderson por Chamberlain.

Crónica:

Desde el pitido inicial de Mike Dean se podía apreciar el guion de la primera parte, con un Southampton intenso y que presionaba al Liverpool en la salida de balón. Aunque la posesión era nuestra, no llegaban demasiadas ocasiones de peligro y los "Saints" metían miedo a través de remates, como el de Yoshida en un córner o el de Che Adams tras un centro de Oriol Romeu. Cuando el descanso se acercaba, Sadio Mané se inventó, cuando nadie se lo esperaba, un disparo desde la frontal del área y ponía por delante al equipo en el momento más oportuno.

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Con el marcador más tranquilizante, el Liverpool salió más cómodo y tranquilo en los primeros compases del segundo tiempo. Menos prisas, menos nervios. Tal vez dicha falta de presión causó que Salah y Firmino fallaran dos ocasiones de gol bastante claras. Por suerte, el mismo Firmino aprovechó un robo de Mané para anotar el segundo gol del partido. Mané y Robertson tuvieron muy cerca la sentencia, pero sus ocasiones no se materializaron en goles.

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Pese a la mejoría del Liverpool, el Southampton seguía compitiendo, como mostró Ings antes del gol de Firmino en un buen tiro lejano que no entró por poco. Lo que no se esperaba Ings es el regalo que le hizo Adrián en el minuto 82. El portero andaluz, que no estaba haciendo un mal partido, le entregó el balón en bandeja al ex-jugador del Liverpool, que ni siquiera tuvo que hacer el esfuerzo de tirar.

El final del partido se vio claramente influenciado por esa jugada y se sufrió hasta el último segundo. Ings pudo completar un doblete y convertirse en el héroe del día en Southampton, pero falló con todo a favor cuando solo había que empujar el balón.

Al final los tres puntos viajaron a Liverpool tras un partido más complicado de lo deseado. Ocasión para tomar nota de los errores cometidos y tratar de corregirlos lo antes posible. Este sábado hay batalla de las buenas: Liverpool - Arsenal.

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