FUENTE: LIVERPOOL FC |
Una pesadilla. Es quizás la palabra apropiada para definir lo que vivió ayer el Liverpool frente al Aston Villa. Los locales arrollaron al equipo "red" al anotar siete goles en una noche histórica. El Liverpool fue un auténtico desastre en defensa y Adrián estuvo muy lejos de hacer olvidar al lesionado Alisson. Un día para olvidar.
Alisson se ha lesionado del hombro y estará de baja varias semanas. Adrián le sustituyó bajo palos y Kelleher fue el suplente. Jota fue el elegido para reemplazar a Mané.
Cambios: "46" Minamino por Keïta, "61" Jones por Gomez y "68" Milner por Firmino.
Crónica:
Adrián, en el punto de mira de varios aficionados por sus últimas actuaciones, salía de inicio en Villa Park con el objetivo de estar a la altura de Alisson. Apenas habían pasado tres minutos de partido cuando el español erró en un pase a Alexander-Arnold. Grealish se hizo con la pelota, regaló el balón a Watkins y el Aston Villa marcó. No era el inicio ideal, pero quedaba tiempo de sobra para arreglarlo.
El Liverpool intentaba igualar, pero el Aston Villa continuaba llegando con peligro. Ollie Watkins recibió el balón en banda en el minuto 22 y se adentró en el área. Su disparo a la escuadra izquierda de Adrián era imparable: 2-0. Algo iba mal.
Unos diez minutos después, el Liverpool creyó en la remontada gracias a un gol de Salah precedido por una buena internada de Jota prolongada por Keïta.
Fue una felicidad momentánea: en el minuto 34, McGinn tiró desde fuera del área y su chut rebotó en van Dijk y se coló en la portería.
No iba a ser el último gol de la primera parte: sólo cuatro minutos después, Ollie Watkins remató un centro de Trezeguet ante una defensa totalmente dormida y un Adrián que salió a destiempo. El Liverpool se iba al descanso con un panorama desolador.
Minamino sustituyó a Keïta y el Liverpool salía a la segunda parte en busca de la épica. A los nueve minutos llegó otro chasco: un disparo lejano de Barkley tocó en Arnold y se coló en la portería. 5 a 1. Nadie sabía explicar lo que pasaba.
En el minuto 59 fue de nuevo Salah quien anotó para el Liverpool. El egipcio fue de lo poco salvable del Liverpool en una noche de espanto.
El sexto gol, pese a venir de nuevo por un rebote, no fue menos doloroso. Un disparo de Grealish en el minuto 66 tocó en Fabinho y se adentró en el arco de Adrián. El propio Grealish se encargó de marcar en el minuto 74 el último gol de un partido que se estaba haciendo demasiado largo.
¿Lo peor? Que de no ser por la falta de puntería y por una buena parada de Adrián a Watkins, el Liverpool podría haber perdido perfectamente por más goles. El parón de selecciones servirá para reflexionar qué falló en Villa Park en una noche que ya es histórica.
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